• Acoger e informar a las personas con dislexia  otras dificultades específicas del aprendizaje (DEA).

• Informar a los familiares sobre las dificultades que presenta el niño con dislexia.

• Sensibilizar a la sociedad acerca de la dislexia como un trastorno real que ocasiona gran parte de los fracasos escolares.

• Sensibilizar al profesorado y a los diferentes responsables de la educación de la situación real de la dislexia y otras DEA, sus dificultades, y de la necesidad de abordarla con ayuda de todos.

• Sensibilizar a los políticos para que se aborden las medidas necesarias para:

Propiciar el diagnóstico precoz.

Desarrollar y aplicar métodos adecuados para su atención y tratamiento.

Dotar de las ayudas económicas que permitan el acceso a los tratamientos existentes sin coste adicional para las familias.

Formar de manera adecuada y específica a los profesores, orientadores e Inspectores de Educación.

Dotar a los centros del suficiente profesorado y personal especializado en el manejo del trastorno.

Incluir los trastornos de aprendizaje, cualquiera que sea su origen, dentro de las necesidades educativas especiales.

Fomentar y financiar el desarrollo de material educativo específico.

• Conocer y difundir los estudios más avanzados sobre el trastorno.